¿Qué pretendemos?


TLP (Trastorno límite de la personalidad) es una enfermedad
poco conocida en nuestra sociedad y que cualquier persona a tu alrededor puede
estar sufriendo. Con esta página queremos acercarnos a aquellas personas que se
interesen por el tema y, sobre todo, a aquellas personas que padecen dicho
trastorno. Aquí podrás encontrar información, artículos curiosos y un apoyo las
24 horas del día. Si quieres participar o ponerte en contacto con nosotros no
dudes en escribirnos a tlpcontigo@gmail.com.
También puedes seguirnos en Twitter (@tlpcontigo)

jueves, 19 de abril de 2012

Entrevista al Dr. Carrasco Perera

"Con o sin Trastorno, su personalidad es buena"


El Doctor José Luis Carrasco Perera es licenciado por la Universidad Autónoma de Madrid en la especialidad de psiquiatría y doctorado en Medicina. Es, actualmente, jefe de la unidad de trastornos de la personalidad del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, y coordinador del instituto de psiquiatría y salud mental de este mismo hospital. Fue presidente de la Sociedad Española del Estudio de los Trastornos de Personalidad.

P: ¿Cuál es su definición de TLP?
R: Se podría describir como un desarrollo anómalo en la personalidad, que produce una marcada inestabilidad en las emociones y en la identidad personal que produce conductas impulsivas e inestabilidad emocional.

P: ¿Puede aparecer en cualquier momento o se nace con ello?
R: Generalmente aparece en la adolescencia y se manifiesta más intensamente entre los 17 y 25 años, cuando empieza a desarrollarse. Sin embargo, hay casos de aparición tardía, por encima de los 30 años. Existe una predisposición genética por la impulsividad y la inestabilidad afectiva. La impulsividad está caracterizada por antecedentes familiares de conductas adictivas e impulsivas, y la inestabilidad afectiva con antecedentes familiares de depresión.

P: ¿Qué causas podrían propiciar el aparecimiento?
R: A parte de los antecedentes genéticos, la existencia de vínculos familiares carentes de afectividad, la existencia de traumas infantiles y la aparición de depresiones adolescentes no detectadas y el consumo de estimulantes en la adolescencia son también causas desencadenantes del TLP. Se presenta con más frecuencia en mujeres, pero en hombres puede aparecer camuflado en perfiles de drogas, por ejemplo.

P: ¿Cree que la sanidad pública tiene los recursos necesarios para atender a los pacientes?
R: Aunque ha mejorado mucho la cantidad de recursos últimamente, son necesarios más recursos de terapia y rehabilitación específicos para borderlines que necesitan tiempo suficiente y, en consecuencia, educación intensa para poder modificar las alteraciones. Se echan también en falta recursos sociales para la reintegración laboral y residenciales para la re-captación personal, aunque ya hay algunos en funcionamiento.

P: ¿El trastorno tiene cura o simplemente un tratamiento que lo controla?
R: El trastorno tiene cura. Los rasgos de personalidad no cambian, pero dejan de constituirse como trastorno cuando la persona puede defenderse en la vida e incluso tener beneficio de ello, de la personalidad que posee.

P: ¿Qué trastornos o enfermedades derivan con mayor frecuencia del TLP?
R: Estados depresivos, intentos de suicidio, autolesiones, consumo de alcohol y de sustancias y las enfermedades físicas que todo esto conlleva.

P: ¿Considera que existen los suficientes estudios en el campo de la investigación de medicina en el trastorno?
R: Suficientes, no; cada vez más, desde hace 15 años; ahora hay líneas suficientes y prometedoras sobre todo en cuanto a lo biológico y factores educativos y familiares.

P: ¿Cuál considera que sería la clave para la cura del TLP?
R: La clave es el vínculo terapéutico, porque el paciente empieza a relacionarse desde la confianza, el afecto y la diferencia. Esto se consigue con tiempo y dedicación, y terapias adecuadas para ello. Tiempo y dedicación tanto del paciente como del profesional que le trata.

P: ¿Cuáles son los objetivos de la terapia?
R: Reducir el malestar emocional con uno mismo, mejorar el autocontrol, fomentar la autonomía, mejorar el autoconocimiento (fortaleciendo la identidad), y mejorar la calidad de las relaciones interpersonales.

Por último, el Doctor Carrasco se despide con el razonamiento de que el TP es el mal uso de la personalidad, que los TLP´s tienden a tener una personalidad "bonita", no psicópata ni nada por el estilo, sino que la personalidad en sí no es mala.

7 comentarios:

  1. Hace unos años acudí a la consulta que el Sr. Carrasco tiene en Madrid. Fue una decisión fatal el ponerme en manos de ese individuo. Le bastó una hora de consulta para diagnosticarme un trastorno límite de personalidad, apostillar que no se curaba en la vida y recetarme toda clase de venenos (antipsicóticos incluidos) que jamás había probado y que me causaron un daño tremendo. Otra costumbre curiosa que tiene el ¿Doctor? Carrasco Perera es cambiar la medicación por e-mail. Te quito esto, le añades un poco de esto otro... Vamos probando, total... sólo estamos tratando una vida humana. Acabé en una UCI tres semanas entre la vida y la muerte por culpa de la negligencia médica atroz que este señor cometió conmigo. Escribo este comentario para que ninguna persona que esté pensando en acudir a su consulta, termine por hacerlo. Este señor casi acaba con mi vida y, lo más seguro, es que haya perjudicado a muchas más personas. Tengan claro que saldrán de allí cargados de medicamentos imposibles y con un diagnóstico de Bipolar o Borderline bajo el brazo. Si quieren a sus familiares y se estiman a sí mismos, no pisen la consulta de este impresentable. Gracias a tod@s los que se tomen la molestia de leer mi experiencia.

    ResponderEliminar
  2. Mi experiencia con el Dr. Carrasco ha resultado bastante controvertida, desde que me puse en tratamiento con el y su equipo terapéutico he llegado a batir mi récord de intentos de suicidio PERO he conseguido alcanzar metas y soportar situaciones que nunca pensé que podría hacer. Cuando llegué a su terapia las palabras que mejor podrían definir mi situación eran: PERDIDA, DESESPERADA,ENFADA CONMIGO Y EL MUNDO,DESCONFIADA,TRISTE, BASTANTE DESHECHA Y ERA INCAPAZ DE DARME VOZ ANTE NADA... y ahora tiempo después la situación ha cambiado muchísimo. El mensaje que quiero transmitir a las personas que lo padecen, a sus familiares y gente cercana es que sí están buscando ayuda por mi experiencia el Dr. Carrasco y su equipo es una gran opción y apoyo para este problema. Y si me he decidido a dar mi opinión es para que la gente que lea esto tenga en cuenta una experiencia positiva y que no tiren la toalla. En cuanto a medicación he sido una paciente que ha tomado una cantidad de medicación enorme y de todo tipo durante casi 10 años y que ahora no toma absolutamente nada y una de las personas que me apoyó en esta decisión fue el Dr. Carrasco, un profesional con el que más diferencias y discusiones he llegado a tener pero también ha sido el que más ha escuchado y tenido en cuenta todo lo que he tenido que decir y las cosas que me han pasado y es por eso por lo que animo a la gente a recurrir a él. Respecto al comentario anterior de Elsa González Vázquez me gustaría decir que siento mucho las cosas que te han pasado quizás porque a mi también me han pasado cosas graves y conmigo también ha cometido errores pero él y su equipo son los que han cometido más aciertos con mi enfermedad que nadie y sinceramente pienso que no conocen con total profundidad el problema aunque sí pienso que son los que más cerca están de conocerlo y más interés y lo que es más importante recursos emplean para conseguirlo. Elsa no te conozco pero te mando a ti y a todas las personas que sufren a causa de este problema ya sea de forma directa o indirecta mucho ánimo.

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. Me siento completamente identificada con el comentario de Elsa. No solo respeto su comentario sino que lo apoyo hasta el final. No recomiendo la atención, si es que se puede llamar así, del dr. Carrasco. Este señor no cree en la psicoterapia y cada vez menos la farmacología. A mí también me recetó varios medicamentos como jugando a la lotería, simplemente probando, sin detenerse a analizar qué síntoma era el más agudo en ese momento. Además no hace terapia, como los buenos psiquiatras, que entienden fundamental conocer bien la personalidad del paciente para apostar por uno u otro tratamiento.
    Pero lo que creo que urge denunciar es el mal funcionamiento de la unidad de trastorno límite del Hospital Clínico San Carlos, cuyo responsable y coordinador es este doctor. No es intensivo, ya que los miércoles no se acude y muchos días debido a las repetidas faltas de la terapeuta ocupacional, se echa a los pacientes incluso tan solo una hora después de haber llegado a la unidad. Las terapias no están coordinadas, no tienen ninguna orientación concreta. No se enseñan recursos para controlar situaciones, y por supuesto no se individualiza el tratamiento, aunque no te hayan diagnosticado el mismo trastorno. Solo consiste en sentarse alrededor de una mesa a decir algo si es que se te ocurre, y si no es así, todos nos quedamos en silencio.
    El dr. Carrasco solamente aparece una vez a la semana en la unidad de día: durante la llamada asamblea del lunes, grupo en el que solo ÉL, dios y señor, habla y pregunta cuatro cosas a los pacientes, de los que desconoce su evolución y circunstancia, y por eso muchas veces se ha puesto en evidencia su desatención.
    Podría contar tantas cosas... pero me basta hoy con advertir que no debiera ser un doctor de referencia para estos trastornos. Esto es opinión compartida por muchos pacientes y familiares, así como ciertos profesionales de su entorno, que supongo que por miedo al monopolio que dirige con su mujer en el Clínico y también en su consulta privada, no se atreven a desestimar su inútil pragmatismo.
    No queremos un referente que no crea en las múltiples formas de terapia. No queremos un psiquiatra que diga que el paciente no debe opinar sobre el tratamiento. No queremos un médico que nos llame personas taradas. No queremos a alguien que se desentienda del dolor del paciente cuando se complica la problemática. Y todo esto lo digo con conocimiento de causa. Existen alternativas al Clínico y a este señor, de verdad.

    ResponderEliminar
  5. Me siento completamente identificada con el comentario de Elsa. No solo respeto su comentario sino que lo apoyo hasta el final. No recomiendo la atención, si es que se puede llamar así, del dr. Carrasco. Este señor no cree en la psicoterapia y cada vez menos la farmacología. A mí también me recetó varios medicamentos como jugando a la lotería, simplemente probando, sin detenerse a analizar qué síntoma era el más agudo en ese momento. Además no hace terapia, como los buenos psiquiatras, que entienden fundamental conocer bien la personalidad del paciente para apostar por uno u otro tratamiento.
    Pero lo que creo que urge denunciar es el mal funcionamiento de la unidad de trastorno límite del Hospital Clínico San Carlos, cuyo responsable y coordinador es este doctor. No es intensivo, ya que los miércoles no se acude y muchos días debido a las repetidas faltas de la terapeuta ocupacional, se echa a los pacientes incluso tan solo una hora después de haber llegado a la unidad. Las terapias no están coordinadas, no tienen ninguna orientación concreta. No se enseñan recursos para controlar situaciones, y por supuesto no se individualiza el tratamiento, aunque no te hayan diagnosticado el mismo trastorno. Solo consiste en sentarse alrededor de una mesa a decir algo si es que se te ocurre, y si no es así, todos nos quedamos en silencio.
    El dr. Carrasco solamente aparece una vez a la semana en la unidad de día: durante la llamada asamblea del lunes, grupo en el que solo ÉL, dios y señor, habla y pregunta cuatro cosas a los pacientes, de los que desconoce su evolución y circunstancia, y por eso muchas veces se ha puesto en evidencia su desatención.
    Podría contar tantas cosas... pero me basta hoy con advertir que no debiera ser un doctor de referencia para estos trastornos. Esto es opinión compartida por muchos pacientes y familiares, así como ciertos profesionales de su entorno, que supongo que por miedo al monopolio que dirige con su mujer en el Clínico y también en su consulta privada, no se atreven a desestimar su inútil pragmatismo.
    No queremos un referente que no crea en las múltiples formas de terapia. No queremos un psiquiatra que diga que el paciente no debe opinar sobre el tratamiento. No queremos un médico que nos llame personas taradas. No queremos a alguien que se desentienda del dolor del paciente cuando se complica la problemática. Y todo esto lo digo con conocimiento de causa. Existen alternativas al Clínico y a este señor, de verdad.

    ResponderEliminar
  6. No entiendo porque se habla tan mal de el doctor Carrasco yo apenas le conozco ,pero si por algo tiene ese puesto se lo habrá ganado y el área del Clínico funciona muy bien y no me refiero a la unIdad de tlp porque no llegué a entrar yo hablo de la doctora argudo

    ResponderEliminar